Su misión primordial es velar por la protección de los intereses del Estado colombiano y de sus nacionales, así como promover el desarrollo de las relaciones bilaterales en los campos político, social, económico, comercial, ambiental, científico, tecnológico, educativo y cultural; con capacidad delegada para negociar y convenir acuerdos que hagan posible la concertación y cooperación en asuntos de interés para los dos países.