Desde los inicios mismos de la invención de la escritura, el hombre ha tratado de interpretar y conocer a profundidad la naturaleza de tal habilidad adquirida. Una vez que adquirimos dominio sobre ella y le dimos un valor identificativo, el cuidar su autenticidad y validez ha sido una de las tareas más arduas y antiguas de las sociedades humanas que han contado con sistemas de escritura. Luego de la revolución industrial y la universalización de varios sistemas de impresión, proteger e identificar las acciones fraudulentas sobre textos impresos y manuscritos se convirtió una ciencia, con todas las leyes y rigores de las demás; hoy en día esta ciencia es conocida mundialmente como “Documentología"