La Cabaña del Café

Al sur de Ecuador, entre las Provincias de El Oro y Loja, divididos por el caudaloso río Puyango, en un maravilloso lugar cercano al cielo, en las estribaciones de Los Andes occidentales lejos del bullicio y de la "gran ciudad", cabalgando a diario sobre las nubes donde se vive a plenitud, compartiendo el tiempo con la humildad y el silencio... !
La Cabaña del Café es un hermoso lugar que bordea lo que llamamos el fin del Mundo, rodeado por pedazos de Naturaleza salvaje, entre el Mega-diverso Bosque seco que predomina y la plurisilvia Sudamericana nublada, de la que disfrutamos de esporádica influencia; inmersos en la amplia Región del "Alto Puyango" sobre los mil metros sobre el mar, el clima templado durante todo el año, árido y ventoso en verano y lluvioso y húmedo en el tórrido invierno ecuatorial.
El aromático Café Arábiga que producimos de manera Artesanal, es según los entendidos "el mejor de Ecuador" Absolutamente ecológico y puro, de sabor fuerte y aromático sin llegar a ser amargo, elixir de Sibaritas excéntricos, agradable al paladar exigente convertido en nuestro emblema característico, para atraer a los Turistas.
Nuestra tradicional gastronomía de sabores variados y exquisitos, típicos de la región (parte alta de la Provincia El Oro) constituyen una deliciosa y sabia mezcla de saberes ancestrales.
Sitio interesante para la observación de aves que han convertido a la vasta zona Tumbesino-Ecuatoriana, en una de las cinco Mega-regiones con mayor número de aves endémicas del Mundo... ! La exuberante flora silvestre donde predominan las coloridas orquídeas y bromeliáceas conjuntamente con los florecidos Robles, Porotillos y Guayacanes, se adueñan del paisaje en determinados meses del año. La fauna regocijada porque los Mamíferos, Marsupiales y Felinos, han recuperado su espacio vital; la caza, pesca y tala vegetal, por estos lares es hoy casi inexistente.
Las viviendas tradicionales "de por aquí", son de construcción mixta de dos plantas y su Arquitectura vernácula mimetizada con el entorno rural solo se denuncian por casualidad, los tejados añejos y ennegrecidos, las erosionadas paredes de ladrillo visto de barro y bahareque de maderas eternas que fueron construidas a punta de sudor, por las endurecidas manos de nuestros "antiguos" cuyo esfuerzo se vio beneficiado por una saludable forma de vida inexistente en nuestros días, basada en la sistemática actividad agrícola. Hoy a principios del siglo veintiuno... es nuestro compromiso compartir con quienes se atrevan de este maravilloso legado que para vivirlo en carne propia, solo tienen que VISITARNOS.