Desde su fundación en 1995, Mall el Jardín ha introducido innovaciones que definen la clave de su éxito en la percepción del consumidor quiteño. Fue el primer centro comercial administrado bajo el sistema de concesión de locales, lo que le dio una importante ventaja competitiva, pues le permite mantener un mix comercial permanentemente renovado.
Por su ubicación estratégica, su amplitud, elegancia y ambiente acogedor, Mall el Jardín se ha convertido en un punto de encuentro predilecto de la ciudad. Su evolución ha estado acompañada de una comunicación de mercadeo cada vez más dinámica, acorde con las percepciones y motivaciones del consumidor.