Medicina ancestral / Ilumán / Ecuador

Joaquín Picuasi y Rosa Elena de la Torre / yachack andinos

Realizan:
Limpias de purificación del cuerpo y el espíritu

Salud, trabajo, viajes, negocios, estudios, amores y abundancias

Limpias con cuy (conejillo de Indias), diagnósticos con velas y cartas
Conocimiento de más de mil plantas medicinales y curaciones de enfermedades extrañas

Nuestros antepasados empezaron a leer la inmensa cartografía de las estrellas antes de escribir en la arena. En rituales, conversaron con los espíritus de montes –como el Taita Imbabura- y las aguas, aquellas que traen reposo. Dialogaron con la fuerza y el misterio de los animales y las plantas. Interrogaron al fuego y su destino. Aprendieron a respetar a la Madre Tierra…
Esos profundos conocimientos están aún presentes en la medicina ancestral de Joaquín Picuasi y Rosa Elena de la Torre, indígenas quichuas, de la provincia de Imbabura, en la parroquia de Ilumán, a 10 minutos al norte de Otavalo.
Son descendientes de los caranquis, señorío étnico que floreció al norte de Ecuador, constructores de tolas y poseedores de los secretos de la medicina milenaria. Ésta es ahora reconocida como una práctica válida de medicina alternativa y amparada por la Constitución de Ecuador en su artículo 125 y 250.
En un mundo donde el turismo ofrece paliativos, estos dos yachack –que también son conocidos como chamanes- combinan los saberes de la naturaleza con antiquísimas prácticas para que la persona que acuda pueda renovar su energía y limpiar su espíritu, de un mundo de vértigo y estrés de las grandes ciudades. El cuerpo, como se sabe, siempre está en la búsqueda de la armonía, estos dos sanadores traen la sabiduría andina hasta nuestros días.


La sabiduría que adquiere Joaquín Picuasi y Rosa Elena de la Torre es a través de los cuatro puntos cardinales, la Pacha Mama (Madre Tierra), Yaku Mama (Madre del Agua), Huayra Taita (Padre Viento), Kunuk (Fuego), Inty Yaya (Padre Sol). Estas energías se combinan con los espíritus del mar, de ríos, vertientes, cascadas, montes y, además, con los secretos de las plantas, especialmente de la ayahuasca (Banisteriopsis caapi), un regalo de la Amazonía.
Para lograr el propósito, el yachack debe absorber las malas energías de la persona para –a través del ritual- devolver la armonía. De esta manera, se abren puertas en la vida y se dan los pasos para que el futuro pueda pertenecer en su totalidad. Es más que una apuesta por la salud, es el encuentro con el cosmos a partir de las manos de un chamán. Esto, en el mundo andino, lleva también el nombre de “limpias”. Joaquín Picuasi, además, tiene un diploma de la Universidad Andina Simón Bolívar, en reconocimiento de su labor. Su historia fue publicada en el libro Historia de Saberes, del escritor Juan Carlos Morales Mejía, como un representante imbabureño de la Cultura, también consta en publicaciones como Ecuador Infinito.